miércoles, 30 de diciembre de 2015

LAS 4 ESTACIONES DE LA VIDA Melitón Bruque


 

Recuerdo que en mis buenos tiempos me gustaba hacer una especie de balance del año por estas fechas, que luego comparaba con el anterior y podían verse los avances que habíamos tenido, pero hoy no me ofrece interés alguno hacer un resumen del año que ha pasado, en el que me he sentido constantemente agredido por los políticos, que han logrado dividir al pueblo y reírse de la forma más cínica de él; me siento asqueado.

La idea para este año me la ha ofrecido un detalle muy simple que recibí el otro día:

Era miércoles y habíamos terminado la reunión de formación permanente que venimos manteniendo; vino a saludarme una pareja de jóvenes a quienes di el curso pre-matrimonial y luego presidí la ceremonia de su matrimonio, me dio mucha alegría verlos; vinieron a presentarme su hija de dos añitos, preciosa; fui a darle un beso y la niña se opuso llamándome “Abuelo”

Todos soltamos la carcajada, pero yo, entre risas, me dolía la imagen que proyecté a la niña y que a ella le salió espontáneamente el rechazarme.

Y he venido todos estos días rumiando en mi interior esta realidad que tanto cuesta aceptarla, pero que no tiene vuelta de hoja, esto es así.

Ya tuve mi primavera, aquellos años preciosos en que soñaba, cuando me volvía loco el pensar que una chica me mirase y pudiera sentir algo por mí; aquellos años en que miraba el sacerdocio y me rebelaba cuando veía que alguien rompía el ideal que yo tenía; aquellos años en que la vida de los grandes héroes quería hacerla mía y sentía ganas de cambiar el mundo… las páginas de mi diario me hacen regresar a aquellos años de lucha titánica por conseguir metas en mi persona.

Aquello ya pasó a la historia y todo ha quedado en el recuero, algo que ya a nadie le interesa… hasta una imagen que repele

Tuve también mi verano cargado de frutos, producto de una lucha intensa en la que se juntó de todo: muchos aciertos de los que me siento orgulloso y muchas equivocaciones debidas a mi inexperiencia, a mi arrojo y a mi osadía que me duele tremendamente haberlas tenido, pero esa es la vida de un hombre y ahora, siento que es lo único que me queda, de lo único que puedo hablar, lo único de lo que me siento orgulloso…

Pisé el umbral de los 50 y todo empezó a tener un color distinto, como las hojas de los árboles en otoño: ya las cosas dejaron de tener aquella magia, sentías que estabas de vuelta de muchas cosas y los sueños empezaron a desvanecerse; ahora, la gente pide para la parroquia un hombre joven y te dicen a car descubierta que los “viejos” estamos trasnochados…

La gente ha hecho que te vuelvas desconfiado y ya mides las consecuencias antes de dar un paso, cosa que antes no lo pensabas; se perdieron los sueños de la imagen: ahora no sueñas con emocionar a nadie y prefieres la autenticidad de las cosas desprovistas de su apariencia; cada vez crees menos en la gente y en las ideas de moda; las utopías ya no te entusiasman, ni crees que valga la pena emplear la fuerza en aquello que no lleva a ninguna parte; cada vez crees menos, en menos cosas, en menos gente, y simplificas la vida.

Cuando miras atrás, te sientes satisfecho y feliz porque viviste tu vida y siento que no la desperdicié, más bien llené todas mis aspiraciones.

No puedo dejar de dar gracias a Dios, de pensar que me invitó a una aventura impresionante que sin Él hubiera sido imposible vivirla: mi vida no tengo idea cómo hubiera sido lejos de Dios y fuera de su proyecto.

Ahora ya, en el umbral de los setenta, terminando –como quien dice- el otoño de mi vida y preparando mi ropa de invierno para la época que se avecina, las ilusiones, los sueños, las preocupaciones, los problemas… no tienen que ver nada con mi época de primavera ni de verano:

Todo fue llegando sin hacerse sentir, como quien entra descalzo en la casa para no armar ruido y, poco a poco fue sintiéndose su presencia: un día fue el colesterol que se había subido más de la cuenta y ya no hubo forma de bajarlo, otro día fue el azúcar o el ácido úrico, o la tensión… total que te fueron quitando de todo lo que suponían los pequeños placeres de los sentidos  hasta que la puntilla vino cuando también la próstata empezó a hacerse sentir, pues  andaba inflamada y te resistías a ir al médico, por aquello del reparo que te daba el ir y bajarte los pantalones y que te hicieran una palpación, sintiéndote violado de mala manera, no digamos ya cuando te hicieron la biopsia y te diagnosticaron un cáncer que hubo que operar a toda prisa… O sea: que en poquísimo tiempo te quedas desplumado, con todos los vuelos cortados.

Todo aquello que me dijeron en mi primavera, todos aquellos escrúpulos que me metieron y la mala conciencia que me crearon, todo se me vino abajo y me produjo una sensación decepcionante, como el que se siente haber sido engañado toda la vida; la misma cosa ocurre con otros muchos aspectos de la vida, de forma que te hace relativizarlo todo y ponerlo en cuestión.

Sin embargo sientes que te mueven los mismos sentimientos, los mismos deseos y hasta la misma fuerza moral, pero ves que no te responde el cuerpo y tienes que empezar a plantearte la vida de otra manera, porque no puedes vivir engañado, creyéndote una cosa y luego constatando que eres otra.

Todo aquello que viví, que sentí y que fui, se quedó muy lejos, mis sueños se convierten en pesadillas, viendo cómo la realidad me ataca y tengo que defenderme, en lugar de ser yo quien ataca.

Yo no pensé nunca  que esto iba a llegar de esa forma, pero me cogió sin darme cuenta, como cuando te sientas en la silla y empiezan a helársete los pies y, cuando quieres acordar, todo el cuerpo se ha quedado helado; a pesar de que yo daba consejos diciendo lo que tenían que hacer aquellos que entraban en esta situación y no se resignaban y luchaban por mantenerse como si todo fuera igual, lo mismo que yo hago ahora, pues no pensaba que todo esto llegara tan pronto; bastó unos cuantos nubarrones en el horizonte (una enfermedad, unos dolores musculares, un poco de artritis que empezó a fastidiarte la rodilla… y todo se desequilibra y ya no hay vuelta atrás: esto es como una casa a la que empieza a caerle una gotera, y cada vez se va haciendo más grande y complicada, se le rajan los muros, entran humedades, se desconcha y aparecen manchas y aquello que en la primavera parecía un lunar que resultaba atractivo, ahora resulta que es una verruga que dicen que es peligrosa y que puede ser un carcinoma de la piel, manchas provenientes de la falta de vitaminas o de no sé qué proteína… sí, goteras irreparables que van anunciando el derrumbe de la casa)

Y abrimos las puertas de nuestro armario y nos lo encontramos repleto de ropa que no nos la podemos poner pues se ha quedado obsoleta, no porque haya pasado de moda, sino porque ya no nos cabe por ningún sitio y la miramos con tristeza, pues tenemos tres tallas más y ya no podemos seguir luciéndola como lo hicimos en la primavera o en el verano de la vida.

No tenemos idea cómo se deformó nuestro cuerpo y se nos pegan los kilos, a pesar de que no podemos comer nada de lo que nos gusta y no hay forma de desecharlos, ¡con lo que nos molestan para atarnos los zapatos o ponernos los calcetines!.

Me quedo alucinando en colores cuando vienen a pedirme que bautice el hijo de los hijos de mis amigos a quienes también bauticé después de haber casado a sus padres y, entonces tengo que dar la razón a esa niñita que me vio como un abuelo, es que ella podría ser tranquilamente mi nieta.

Y veo a mis amigos de la infancia, muchos de ellos hace ya tiempo que murieron y, los que quedan, los veo con sus cabezas completamente blancas o relucientes como bombillas, encorvados y barrigones, moviéndose lentos… y recuerdo cómo eran buenos deportistas y ahora nos juntamos para hablar de nuestros achaques y vamos sacando cada uno nuestros pastilleros para tomar las pastillas que nos toca en cada momento: la tensión, el azúcar… para poder mantenernos en forma.

Y sientes que la cosa va en serio, pues además, ves que se olvidan las palabras que tenías que decir en la conversación que estás manteniendo y tienes que buscar un sitio fijo a las cosas porque te expones a perderlas a cada momento y hay muchos momentos en que la preocupación es fuerte, de que esto vaya a más, porque ya empiezas a perder el hilo de la vida y ya no te acuerdas de lo que comiste el día anterior, mientras se mantiene muy vivo el recuerdo de lo que ocurrió cuando tenías 15 años.

Yo, aunque me guste y me complace escuchar a alguien, que se ve que anda mal de la vista y me echa 10 años menos, pero en mi interior, me da la sensación de que se burlan de mí, pues a la gente tengo que dar la misma imagen que la que yo contemplo a mis amigos de la infancia y que les repito lo mismo que a mí me dicen: “¡Qué bien te veo!”, se ve que es el mejor cumplido con el que quedas muy bien, pero que nadie creemos; para mis adentros tengo que resignarme y suspirar profundo mientras me digo: “No te emociones ni te engañes, Melitón, pues cuando los demás te dicen que te conservas muy bien, es porque se supone que a estas alturas deberías estar sentado en el brasero del invierno de la vida y, una de las formas de consolarte es dulcificándote el oído”

De los 70 en adelante, cada día que tenemos la posibilidad de levantarnos, debe ser un canto de acción de gracias a Dios que nos permite gozarlo y entiendo que la estupidez más grande que podemos hacer, es creernos que estamos en el “verano” y esforzarnos por demostrar a los demás que “no tenemos frío”, (que tenemos la misma capacidad, que podemos responder con la misma energía… Algunos hasta se gastan el dinero en cirugía plástica) con lo que lo único que hacemos es el ridículo y complicamos la existencia, puesto que, desde fuera nos están viendo que ya cometemos fallos grandes y nos están soportando por lástima o porque comprenden que es lógico que ya estemos así.

Es un absurdo querer demostrar que somos fuertes, que no necesitamos de nadie, o que no necesitamos descansar, ni echar una siesta, cuando nos quedamos durmiendo en dos minutos, inmediatamente que nos sentamos y tenemos que centrar la atención en algún tema un poco complicado.

De la misma manera, es una estupidez presumir de fuerza y habilidades, cuando vamos perdiendo reflejos, nuestros músculos se hacen flácidos y nuestras carnes dejan de tener tersura y se descuelgan.

Es el momento de preparar el paracaídas, de ir despojándonos de cosas que nos atan y nos impiden salir del ruedo airosos: “una retirada a tiempo es un gran triunfo, por el contrario, enquistarse en el asiento puede suponer borrar de un plumazo todo lo hermoso que se ha hecho, o precipitar al caos aquello que estaba llamado a crecer y triunfar.

Es el momento en que nos arrepentimos de todo el tiempo y las oportunidades que hemos perdido, con el peligro de perder también la gran oportunidad de vivir el momento presente, que es justamente el indicado para perfilar, borrar, añadir, o quitar aquello que pudo precipitarse.

Es el momento de saborear aquello que vivimos con tanto entusiasmo, o de pedir perdón de aquellas grandes equivocaciones que cometimos y, sobre todo, de perdonar y pedir perdón a aquellas personas que hicimos daño y resarcirlos en lo que se pueda, para que se quede claro que actuamos con buena voluntad y que nunca quisimos hacer el mal a nadie.

Es el momento de dejar bien claro aquello por lo que luchamos y por lo que dimos la vida, de forma que pueda servir de guía a alguien que quiera también jugarse la suya. 

Vinimos a la vida porque alguien nos invitó y nos la regalaron, con el único deseo de que fuéramos felices y procurásemos hacérsela también feliz a quienes nos rodean. Sería un error gravísimo que en la recta final, cuando más libres debemos estar, cuando menos cosas nos deben amarrar para sentirnos dispuestos, para preparar una nueva primavera, en la que ya no seremos nosotros los protagonistas, sino que nos convertiremos en un referente para los que vienen detrás, nos resistamos a concluir nuestra obra y hagamos que nuestra vida se convierta en una pesadilla para los que nos cuidan y viven a nuestro lado.

El mayor triunfo y la mayor riqueza que a esas alturas debemos tener no es una cuenta bancaria, ni un número enorme de hectáreas de terrenos, o joyas guardadas en un banco, o mansiones… que te quiten la paz y te mantengan preocupado, sino un gran número de amigos que den gracias a Dios porque nos cruzamos con ellos en sus vidas, porque mientras vivimos nos dedicamos a ser felices haciendo todo el bien que pudimos, con todo lo que teníamos, para que nadie sufra a nuestro lado… esto hará que seamos la persona más rica, más libre y más feliz del universo.




 

martes, 22 de diciembre de 2015

JAQUE MATE A LA FAMILIA


Constantemente estamos escuchando por parte de los inconformes protestas y propuestas pidiendo que la iglesia debe actualizarse y, es cierto que la iglesia debe ponerse al día en un montón de cosas, como es el soltar todo aquello que se le fue pegando en el transcurso de los siglos y que hoy resulta obsoleto, antagónico, y hasta un anti-signo que está en contra de lo que Jesucristo vivió, pensó y pidió a sus seguidores; en eso estoy absolutamente de acuerdo que haya que hacer una conversión y volver a las fuentes, esa es, precisamente, la “Nueva Evangelización” de la que se viene hablando desde hace ya mucho tiempo, para, desde ahí, mirar de nuevo al mundo en el que vivimos.

            Pero los disconformes, no es ésta la puesta a punto que piden, sino el que la iglesia se acople a los planteamientos que establece el sistema político y económico que nos envuelve y que, precisamente, no coincide en nada con los planteamientos de Jesús y su proyecto del reino: los valores del Amor, de la Justicia, de la Verdad, de la Paz, de la Libertad… no pueden entrar en convenio con la mentira,, la explotación, la violencia, la deshumanización… Es imposible entrar en ningún tipo de convenio de esta índole, no pueden entenderse el Amor con el odio, la verdad con la mentira, la Paz con la guerra… Jesús lo diría de otra manera: “No se puede servir a dos señores: a Dios y al dinero, porque o estás mal con uno para servir al otro, o al contrario…

            ¿En qué quieren que la iglesia se ponga al día: en el “divorcio exprés”, en el aborto, en la ideología de género…? Yo me imagino la cara que pondrían aquellos que se acercaron a Jesús para preguntarle: “Moisés nos permitió que diéramos un acta de repudio a la mujer, ¿Tú qué dices?” Esperaban que les diera la razón y siguiera machacando a la mujer, pero les salió el tiro por la culata: “Por la dureza de corazón os permitió Moisés hacer esto, pero no porque estuviera bien, pues al principio las cosas no eran así… por eso, el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio…”

            Aquella cara de indignación, de desprecio y de condena que le pusieron a Jesús es la misma que hoy se convertiría, y de hecho ocurre a cada momento, en insultos, en condenas y en “crucifixión” mediática, pero aunque lo crucificaran en su tiempo y en el actual, las cosas y la verdad no van a cambiar: “Los cielos y la tierra pasarán, pero mi palabra no pasará”.

            Ciertamente, hoy han cambiado mucho las cosas, pero la palabra de Cristo sigue ahí presente, viva y vibrante, como una campana que deja claro su sonido y su eco se prolonga en los siglos, aunque vayan cambiando en los tiempos las formas, las ideas y hasta la concepción del mundo y del hombre, pero ambos siguen estando ahí, independientemente de lo que de ellos digamos, pues la definición que demos de las cosas no va a cambiar la realidad; estoy pensando en la nueva definición que hoy se está dando de “PERSONA”      como “El animal que siente y piensa” y, según eso, ahora andan muy preocupados en ver si los simios piensan y se les está reconociendo derechos como personas, mientras se les niegan esos derechos a los niños antes de nacer. ¡Esto es de locura!

            Hay algunos que llevados de un “buenismo” desorbitado, intentan sostener que el momento que vivimos pertenece al ritmo cíclico de la historia y que, ahora nos está tocando volver a vivir lo mismo que en otro momento se vivió y de lo que se salió cuando y como se pudo, pero esto es una gran equivocación: el momento y las circunstancias que estamos viviendo, jamás se dieron en la historia de la humanidad: vivimos en un mundo globalizado, en donde las cosas se viven en tiempo real a nivel de todo el planeta, hasta el último rincón de la tierra y en donde hay un control absoluto de todo en todo el planeta, esto no ha ocurrido jamás y esto hace que todo sea absolutamente diferente a como ocurrió en otras épocas.

            Desgraciadamente se ha globalizado el mal, cuando podría haberse globalizado el bien, pero se ha establecido la insolidaridad, la corrupción, la explotación, el atropello de los derechos humanos y de la dignidad de la persona… como normas convivencia. Se ha globalizado también el desprestigio a los grandes valores tradicionales que sostenían la grandeza del hombre: la VIDA, la VERDAD, la JUSTICIA, la LIBERTAD, la PAZ… y se ha establecido el dinero como el único valor absoluto y como el único horizonte al que se puede aspirar, mientras tanto, la persona se ha reducido a un instrumento a su servicio y a un número que significa un voto.

            Se ha apostatado de la fe en estos grandes valores y la humanidad entera se dirige hacia una situación de muerte: lo estamos viendo que se pueden constatar, incluso a niveles físicos, con la agresión que se está haciendo al planeta.

En este marco, la FAMILIA CRISTIANA está sufriendo las peores agresiones de toda su historia, pues se la considera obsoleta, desfasada, anacrónica y contracultural y por ello, está todo estructurado para que no pueda levantar cabeza: vemos que en ella no caben los hijos, los ancianos ni los enfermos, pues no hay ni espacio físico ni tiempo para dedicarlo a ellos ni para la convivencia.

            Por otro lado, el bombardeo y el acoso organizado es tremendo: el aborto, el divorcio, las relaciones libres de todo compromiso, la anticoncepción, el sexo vivido como un gozo lícito sin responsabilidad… y el desprestigio generalizado de la institución familiar catalogada como obsoleta, retrógrada, represiva y manipulada por la religión, frente a una concepción nueva de modelos de familia que se presentan como alternativa al modelo tradicional.

            Lo grave del tema es que, de alguna manera, el ordenamiento político y social estaba basado en esta estructura familiar, pues la sociedad se entendía a sí misma como la gran familia, con un ordenamiento ético que comporta unos derechos y unos deberes para todos; desde siempre se consideraba a la familia como la primera célula de la sociedad; cuando rompemos este referente primario y fundamental, se nos viene todo abajo y nos quedamos en el aire; así, pues, rota la base, el edificio se viene abajo y ahora hay que andar buscando un nuevo modelo en el que puedan encajar las piezas sueltas, pero tenemos el gran problema que, al haber desechado los grandes valores que sostenían el edificio, ahora nos encontramos que se está intentando poner como referente algo que no tiene consistencia alguna, pues en el relativismo lo que hoy es mañana no tiene por qué ser.

            ¿Cómo mantener la FAMILIA CRISTIANA en un contexto como el que vivimos? Resulta casi imposible: para que nos podamos hacer una idea creo que puede valernos el ejemplo de un hospital de campaña donde se está luchando contra una epidemia mortal (recordemos el Ébola): no basta con decirle a los cristianos que resistan, con darles cursos de fortalecimiento de la fe y las costumbres, con hacer un acompañamiento… es necesario una estructura política y social que les defienda, les ayude a sostenerse y los proteja, de la  misma manera que los médicos y los enfermeros en ese hospital, necesitan unos trajes especiales que los protejan, para poder convivir con los infectados pues de lo contrario, ellos morirán de la misma manera.

            Hoy, a la familia cristiana, no basta con animar a los creyentes, con obligarles a hacer cursos pre-matrimoniales, con invitarles a que sean coherentes con sus ideas, a montar un movimiento matrimonial que los acompañe… para que se puedan mantener en un ambiente hostil como el que tenemos; se necesitan estructuras políticas y sociales de apoyo a la familia, a la natalidad, a la educación; leyes que la defiendan: estamos viendo de forma vergonzosa el problema que se está dando frente a la natalidad, frente a los hijos: tanto para traerlos, para criarlos como para educarlos; el derrumbe total, si es que no cambia el horizonte, le vamos a ver dentro de muy pocos años cuando desaparezca la generación actual de abuelas que son las que son las que le están haciendo frente al problema de la natalidad y de la educación, terminada esa generación, todo queda a la deriva: será imposible tener un hijo.

                 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

               

martes, 13 de octubre de 2015

CURSO DE FE Y POLÍTICA


 

Unquera 22-07- 1993

 

POLITICA Y PLANIFICACIÓN SIGLO XXI

 De aquella conferencia salí como quien había asistido a una clase de ciencia ficción pues me costaba creer todo lo que allí se dijo. aquí recojo los apuntes que tomé porque después quise transmitirlos a los grupos de reflexión que tenía en la parroquia.


El MODERNISMO se caracteriza por el acabado perfecto de las obras y su acción suele seguir el proceso de la dirección periferia-centro, de forma contraria a lo que hace el capitalismo, por ejemplo: arregla muy bien el centro de la ciudad y se olvida de la periferia con lo que obliga a tener un movimiento centrípeto que se convierte en invasión violenta y en fuente de constantes problemas.

            El modernismo va de la periferia al centro con lo que se evita problemas y, al final, el centro sale beneficiado pues la invasión es pacífica apoyándolo.

            El modernismo no deja nada inacabado ni al azar; todo está planificado y calculado con margen de error “cero”; no se permiten oscilaciones: una empresa moderna para seguir subsistiendo y compitiendo debe ganar (X), si no alcanzas la cifra determinada, se declara en quiebra aunque le haya faltado poco para alcanzar el objetivo. Se distingue por su frialdad matemática y no se aceptan contemplaciones.

            En estas coordenadas el modernismo programa a larga distancia (100 años), a media distancia (50 años) y a próxima (25 años)

 

A LARGO PLAZO

            Dentro de un sistema económico y comercial se necesita un número determinado de personas que consumen para que se pueda establecer una cadena perfecta de consumo producción y reciclado, con lo que los productos nacen con fecha de caducidad y a partir de ahí dejan de funcionar porque ya estarán desfasados y hay que descartarlos siendo sustituidos por otros; el arreglo de cualquier aparto será más costoso que el nuevo por el que se sustituye ya que no habrá piezas de recambio  y habría que construirla; por tanto,  el producto pasa automáticamente a la etapa de reciclado para ser transformado en otra cosa.

            Las cosas son programadas para que presten un servicio máximo de 10 años; después dejan de funcionar y ya no se fabrican piezas de recambio, sino bloques nuevos: se funde el piloto del coche y hay que comprar el faro entero.

            Con esta filosofía de consumición y producción, para que se pueda mantener una cadena completa y perfecta de producción y comercio estable se necesitan unos 450 millones de habitantes. Por eso, a nivel de comercio y producción, teniendo en cuenta las materias primas con la que se cuenta en la actualidad en el planeta tierra, a finales del s. XXI en el planeta se habrán configurado tres grandes zonas en las que se puedan establecer tres cadenas completas y perfectas de producción y consumición:

1ª zona) EE.UU. + Canadá + algún agregado que complete los 450 millones;

2ª zona) sería Europa con otros 400 millones de habitantes y

3ª zona) sería Japón y China.

Nota: -Toda la asamblea se conmovió y se levantaron muchas manos para hacer la misma pregunta: ¿A dónde van los 5.000 millones restantes?  Y la respuesta cayó como una losa: ¡al extermino!

            Pero será un exterminio que vendrá a base de guerras, hambre, catástrofes, enfermedades… la gran mayoría de ellas serán provocadas.

 

A MEDIO PLAZO

            El próximo siglo estará marcado fundamentalmente por los medios de comunicación que será la fuente de riqueza más importante: la información. El otro signo que marcará el próximo siglo es la tecnología digital; será considerado pobre y analfabeto quien no sepa utilizar los medios tecnológicos, pues todo lo tradicional irá desapareciendo y se hará todo a través de los medios de comunicación.

            Otra de las características del nuevo siglo será la desaparición del dinero en papel o en metálico para dar paso al dinero virtual.

            La otra gran característica que marcará el próximo siglo será la invasión del Norte por el Sur como respuesta al atropello que se viene haciendo y que cada vez será mayor; con esa invasión se dará la caída de occidente para lo que hace más de treinta años se comenzó el desmantelamiento de la cultura.

            El nuevo siglo se distinguirá por una mezcla total de razas y culturas que debilitarán la cultura occidental y se dará comienzo a una nueva cultura marcada por el sincretismo, el individualismo y el relativismo.

            El papel de España en este desmoronamiento de occidente es de una importancia capital: España es considerada por la masonería internacional la nación más antigua de Europa y en ella están clavadas las raíces más profundas de la civilización occidental y europea fundada en la Alianza del Sinaí basada en los Diez Mandamientos que Dios da a Moisés que son considerados principios de Derecho Natural y en los que se fundamentó Europa con su raíz clavada en España (Finis Terrae).

            Estas grandes columnas del derecho natural y sagrado son: la familia, la Persona y Dios. Tres pilares que hay que derribar necesariamente para poder hacer el cambio que hay programado.

            El proyecto del cambio ha comenzado con unos pasos medidos a la perfección y sabiendo las consecuencias que va tener cada uno: hay que horadar las bases y dejarlas que se derrumben solas. España será el laboratorio donde se ensayen los grandes cambios para la nueva era que está programada.

            Las columnas que hay que horadar son:

1º- Moral-Espiritual-Culturalmente:

            Con la familia se destruyen todos los grandes valores que sustentan la sociedad: el respeto a la sociedad, a la autoridad que representa a Dios, a la persona estableciendo el centro en el placer y en el goce material de los sentidos (animalización de la persona que se le llamará libertad)

2º- Económica y socialmente:

            Viendo todo el movimiento desestabilizador que se va a promover, España ocupa un lugar estratégico y ha de realizar su papel para el cambio y para ello hay que ponerla en situación: ha de quedar incapacitada, sin criterios para que tenga que, mantenerse sometida, por lo que de su sistema de educación han de desaparecer los grandes valores de la persona y poner otros revestirlos de progreso en la libertad. Se establecerán objetivos claros, por ejemplo: máxima ganancia, mínimo esfuerzo y se educará para esto: adquirir dinero fácil y rápido. Será muy común ver los medios de comunicación llenos de programas-concursos repartiendo dinero. Se c conseguirán muchos y fáciles títulos que le hagan sentirse importante a la gente, pero que a la hora de la verdad, no les servirán para nada, menos para competir con los mismos títulos en el extranjero.

 

A PLAZO PRÓXIMO

            El gran potencial económico de España es la agricultura:

LOS CEREALES: competimos en cantidad y en calidad con toda Europa.

LACTEOS: Por el clima, el sol y los pastos, una vaca gallega produce 4 veces más leche y grasa para queso y mantequilla que una vaca holandesa.

VINOS: Por el sol, el clima y el terreno, España produce un vino con mucho más azúcar y, por tanto, con grados de alcohol que en el resto de Europa.

ACEITE: Por la misma razón que los anteriores, España es el primer productor de aceite del mundo en calidad y en cantidad

HORTALIZAS: Hasta el momento, a España se la considera la “Despensa de Europa”.

            Aparte de todo este potencial que coloca a España a la cabeza de Europa, tiene otras muchas cosas que la ubican en un puesto privilegiado, sin embargo, para el papel que le han destinado  los organizadores del plan, hay que destruir todo eso, lo mismo que se ha de hacer a nivel espiritual, moral, y cultural. La estrategia a seguir es la siguiente:

- Al pueblo español hay que hacerle sentirse “diferente” (ya hace mucho tiempo que se estableció el slogan: “Spanis is different” y algún político (Alfonso Guerra) acaba de decir que “a España no la va a conocer ni su puta madre”. Esta diferencia consistirá en sentirse los más interesantes y con esto sentirnos autosuficientes, insolidarios llegando a desconocer y a despreciar sus raíces, su cultura y hasta su patria considerando que todo eso no tiene valor alguno.

2º- el camino más seguro para conseguir esto es: a) proporcionar dinero fácil que le haga perder el miedo al futuro y al presente; b) vida cómoda y sin aspiraciones: para conseguir esto, se carga de impuestos a Europa que irán derivados a los españoles para que siembren y les paguen por no recoger; le subvencionan sembrar viñas, olivos y, después de haberlos sembrado, les vuelven a subvencionar por arrancarlos o por no recogerlos; se dan grandes subvenciones por sembrar cereales, maíz, girasol… y subvención por no recogerlo… con lo cual, se ha ido acomodando  a un sistema de  vida fácil y cómoda en lugar y en lugar de emplear el dinero en actualizar los sistemas de producción ganadera y agrícola competitiva el dinero se ha ido gastando en “vida fácil”… estamos viendo que el absentismo escolar es enorme pues los jóvenes prefieren ya irse a trabajar en cualquier cosa que en poco tiempo les va a permitir tener un mercedes.

            Mientras tanto el camino que ha ido siguiendo Europa ha sido completamente distinto y está poniendo su agricultura en niveles de alta competición.

            Cuando llega el momento de salir a la pista a “bailar” en la competición comercial con el resto de países, nos ha cogido con los pantalones bajados –como se suele decir vulgarmente- y como no estamos a la altura exigida, entonces el control  del aceite se lo lleva Italia que nos pondrá sus condiciones de mercado; el control del vino se lo lleva Francia, que nos pondrá sus normas y nuestros vinos no podrán salir sino con la graduación que exige Francia; el control de la leche se lo lleva Holanda que impondrá sus normas y todo el sobrante de España tendrá que tirarlo o matar sus vacas. En estas fechas se acaban de poner unas multas millonarias a los productos lácteos españoles y la leche está corriendo por las cunetas de algunas carreteras; el control de los cereales se lo lleva Alemania que impone sus normas de calidad y cantidad y España se queda con sus productos a expensas de que alguien quiera comprárselos en las condiciones que el comprador imponga, con lo que la “despensa” se queda para abastecer lo que les falte a los “patronos”.

            España es la puerta de entrada de América y de África; no se la puede dejar que se promocione, pues sería punto de mira para la inmigración con lo cual, el peligro de acercamiento de la frontera del Sur a Europa sería inminente, entonces España está llamada a ser “Lugar de Recreo” de Europa, un país de servicios, muro de retención de inmigraciones y sus habitantes vigilantes de inmigrantes. Para ello Europa promocionará todo el norte de África para que se convierta en una especie de colchón que aguante la inmigración con mano de obra barata, lo mismo que será España para el resto de Europa.

            Mientras tanto, a España se la irá aislando y dividiendo para que no logre tomar conciencia de su situación y no haga sino lo que tiene determinado.

            Se esperan años críticos para España a partir de los comienzos de siglo. En el “Tablero de Ajedrez” que es la política de Europa, España está llamada a ser como Portugal, como Grecia o como Chipre y otros, moneda de cambio, o como un peón de mano de obra barata que puede ser sustituido del tablero en el momento que convenga.

            Para que todo esto ocurra es necesario hacer un desmantelamiento espiritual, moral, cultural… que se comenzó hace ya más de 20 años y que muy pronto hemos de empezar a ver los frutos.

 

           

LA OLA DE LA INMIGRACIÓN -Melitón Bruque García-


   

13-de septiembre de 2015

 En todos los medios de comunicación no se oye otra cosa que el desborde de la ola de fugitivos de la guerra y del terrorismo hacia Europa; precisamente hacia “La Europa Cristiana”, y no hacia sus países hermanos que son tan solidarios.

Yo no voy a meterme a hacer críticas políticas ni religiosas ni nada por el estilo, ya que como no hables de acuerdo a los que tienen establecido ya el ritmo, parece que estropeas el baile y te sales rápidamente de lo políticamente correcto.

Simplemente me limito a exponer la realidad que estoy observando cada día y algún que otro detalle que se me quedó grabado hace más de 20 años y que no he podido borrar de mi mente, pues son cosas que no me explico, por más vueltas que les doy y me gustaría tener una idea clara del por qué, del cómo y del objetivo que todo esto tiene.

Hace unos 23 años, ante una avalancha de inmigrantes, desbordaron el pueblo y entonces, en la parroquia salimos al frente y montamos el primer albergue de Andalucía: en una semana alquilamos una nave en el polígono y preparamos cobijo para unas 200 personas; rápidamente se me echaron encima los sindicatos y sanidad diciendo que aquello lo tenía en condiciones infrahumanas y me obligaban a poner un montón de cosas. Yo les dije que estaban en la calle y ninguno se había fijado en ellos, ahora venían a exigirme lo que no podía dar porque- parece ser- que la calle era más digna que un techo, un colchón y unas mantas.

Más  del 90% de aquellos inmigrantes eran árabes-musulmanes; en la parroquia encontraron las puertas abiertas para acogerlos y ayudarles a subsistir sin preguntarles jamás ni por su religión, su procedencia, su raza… exactamente igual que continúo haciendo; sí, en cambio, estábamos atentos a la situación de su familia. Solo yo sé las facturas de teléfono que me tocó pagar.

Aquellas personas venían a hacer fotocopias de páginas del Corán que querían tener para sus oraciones y siempre les proporcioné todo lo que me pidieron, pero en dos ocasiones en que nos sentamos a dialogar sobre la situación por la que atravesaban, no pude evitar que me dejaran marcado como a fuego algunas frases de las que fui escuchando en repetidas oportunidades como:

-“Esta es nuestra tierra, vosotros nos la robasteis y os obligaremos a devolverla…”

-“Vosotros tenéis que salir huyendo de aquí como salieron nuestros padres para que sepáis lo que duele tener que abandonar la tierra y la casa porque llega otro y te las quita…”

-“Nos robasteis nuestros edificios y ahora presumís con lo que no es vuestro” (se referían a la Alhambra de Granada y a la Mezquita de Córdoba)

         Simplemente expongo: esto es lo que yo escuché de lo que pensaban aquellos jóvenes que llenaban las calles del pueblo hace 20 años y después se ha dado mucho, se ha permitido mucho, y se ha golpeado mucho nuestra propia cultura, nuestra fe y nuestra identidad.

A la vuelta de 25 años me sigo encontrando con otra realidad que me golpea en mi razón y que no entiendo:

-La emigración se está dando hacia Europa, a la que se considera, pagana, impura, cristiana… a la que hay que destruir, mientras que en esos países se prohíbe terminantemente el cristianismo y se degüella a aquel que tiene contactos con cristianos o se ha atrevido a bautizarse; es más –lo estamos viendo a diario en directo- asesinan diariamente a cristianos por el simple hecho de ser cristianos y no tienen miedo de arrojar por la borda de las barcas en las que viajan a Europa a aquellos que son cristianos… y vienen a ponerse en las filas de nuestras caritas. No lo entiendo: ¿Cómo alguien que me considera un apestado a quien hay que destruir viene a mi puerta a pedirme ayuda? Que cada uno dé la respuesta que quiera y saque las conclusiones que le vengan en gana.

-Vivo en un pueblo que dicen está, junto con Melilla, en la cola del empleo de España; aquí hablan de un 63%; sin embargo mi barrio tiene un porcentaje elevadísimo de familias musulmanas; cada día se ven caras nuevas y hay unos grupos enormes de jóvenes que pasan por mi puerta a diario y, por las mañanas, cada mujer cubierta con sus velos va envuelta de niños que lleva a la escuela; en cambio, se ven muy pocos españoles. Esta gente no se integra en nada, tampoco los veo trabajando por ningún sitio, pero cada día en la misma puerta de la iglesia, aparecen tipos nuevos con unos coches de alta gama de las mejores marcas… ¿Cómo he de entender esto?

A mí se me llamó la atención una vez por poner los altavoces de la iglesia para un acto que hubo que hacer en la calle ya que no cabía la gente en la iglesia; a estos musulmanes no se les prohíbe que pongan los altavoces de sus coches cantando los suras del Corán mientras ellos rezan y cantan sentados en los bancos de la calle… Bueno, está bien. Que lo hagan y recen como quieran y donde quieran, pero pienso que esto ha de ser para todos.

Estoy viendo cómo con toda tranquilidad se permite que alguien coloque en el balcón de su casa la bandera de su país con la media luna o se pongan insignias del estado islámico.

Yo soy español, toda mi vida he sido emigrante y en ningún sitio donde he estado se me ha permitido abrir la boca ni he logrado que me den la nacionalidad, si es que no soltaba un montón de dinero y me sometía firmando una serie de condiciones… Lo que estoy viendo aquí me deja perplejo y sin saber cómo encajarlo.

Hasta para hacer caridad y compartir lo que tengo me impone condiciones el que va a recibir mi ayuda: tengo que darle el bocadillo de lo que él ordena y no de lo que yo tengo. Es decir, aquello de que “Donde quiera que fueres haz lo que vieres” que todos los que hemos estado en países extraños hemos tenido que soportar, eso, aquí resulta casi una blasfemia pronunciarlo.

En medio de todo esto que estoy observando y que, repito, no sé cómo entenderlo, ahora me encuentro con esta crisis que se ha montado y para poder responder no me queda más remedio que emplear mi capacidad crítica con aquellos elementos que tengo y que no son otros que la experiencia que he atravesado.

Es posible que esté equivocado o que no acierte en mi análisis, pero al dejarme los hilos sueltos, no puedo evitar el recogerlos y terminar a mi manera el entramado.

 

ESTRATEGIAS DE INVASIÓN

 

         Estoy convencido de que la guerra es la manifestación más grande del fracaso y de la estupidez humana que, habiendo todas las perspectivas de nobleza y dignidad, se pone la violencia como instrumento del poder, y la avaricia, el odio, como motores de la vida, llegando a creerse imprescindible y con la exclusiva de la verdad, convirtiéndose en un ser repugnante y peligroso.

         Pero todo esto no sería nada si es que estos “seres” –por llamarles de alguna manera- no encontraran quienes los apoyara y los aplauda, pues estos “palmeros” están en la misma onda, cumpliéndose lo del refrán que dice: “Dios los cría y ellos se juntan”.

         Las aspiraciones del ser humano pueden estar motivadas por muchas cosas: por el amor a los semejantes, por el progreso de la ciencia… por múltiples valores de grandeza y nobleza, pero también pueden estar motivadas por los intereses particulares en los que se asienta una persona y un grupo de “palmeros” –como hemos dicho antes- le apoya y le aplaude, con lo que se siente fuerte, pues en solitario no sería nada ni podría ir a ningún sitio.

         Este grupo, con el líder “iluminado” a la cabeza, moverá toda la maquinaria del poder para conseguir sus objetivos, aún a costa de atropellar y matar a todo el que se le oponga.

         Hay muchas formas de conseguir  los objetivos: recuerdo en América Latina las grandes compañías mineras o petroleras: después de hacer prospecciones en un área determinada, en donde detectaban oro o petróleo, para no utilizar la violencia  en la apropiación de los terrenos, que el gobierno de turno le ofrecía, pues podría ser un escándalo a nivel internacional, empleaban otra estrategia: comprar los terrenos permitiéndole a los dueños que vivieran en ellos, pero sin molestarles en lo que tuvieran que hacer.

         Ante tal propuesta, la gente sencilla vendía sus terrenos y se quedaban de esclavos de la compañía; los que no querían vender su terreno, la compañía compraba todos los terrenos circundantes y, cuando ya era dueña, cercaba los terrenos del que no había querido vender y al final lo dejaban encerrado y le alambraban el terreno para que no pudiera salir; con lo que no le quedaba más remedio que ceder y entregarse o morir por asfixia.

         A un país se le puede hacer lo mismo: invadirlo con un ejército y entrar aplastando como estamos acostumbrados que se hacía antiguamente en todos los pueblos de la historia, pero eso sería hoy escandaloso, tenemos un ejemplo: el de Hitler que su afán imperialista mereció el repudio de toda la humanidad.

La otra imagen de una estrategia imperialista es la de la trampa de las grandes compañías mineras que he narrado del Ecuador y que está perfectamente expresada en la expresión del presidente de un país (Argelia) en el discurso de toma de posesión del cargo, después de independizarse de Francia: “La próxima conquista de Europa la harán nuestras mujeres con sus úteros”, y se comenzó un proceso de toma de posesión lenta y callada que, en un momento como el que estamos viviendo, está llegando al punto crítico en el que hay que poner la alambrada: se obliga por asfixia a salir a la gente para que salgan e invadan.

Pero en el momento actual, en el escenario aparece otro actor: el invasor, que se está queriendo focalizar en una persona, pero esa tal no es más que el resultado de toda la comedia. Al final, su estrategia se le revuelve como un boomerang por no detenerse a pensar que todas las cosas tienen un límite y el establecer la mentira, la injusticia  y el atropello como normas y objetivos de la vida, eso se vuelve contra ellos y va complicando cada vez más las cosas hasta el punto que ya no tienen arreglo; pero están tan ciegos y obsesionados en sus negocios, que para seguir disfrutando de ellos, ahora quieren tapar la causa de todo esto que ellos mismos han creado y fomentado: la injusticia y pretenden quedar como los buenos de la película:  ahora se ponen a repartirse los tiestos rotos y a competir para ver quién es más solidario o quién está mejor preparado…

Mientras tanto, del otro lado, los que dirigen el cotarro, en lugar de acoger y ayudar a los que han tenido que salir de su tierra dejando sus casas y sus bienes, hoy día (13-09-2015) he escuchado en las noticia que Arabia Saudí ha ofrecido subvencionar la construcción de 300 mezquitas para los refugiados en Europa, pero ellos no permiten abrir ni una sola iglesia en su territorio. La verdad es que esto suena ya a tomadura de pelo y a un cinismo descarado, ¡¡ Vamos, blanco y en botella !! ¿Cómo entender esto? ¿Por qué no acogen ellos a todos estos fugitivos que son de los suyos, en lugar de enviarlos a Europa para que hagan allí mezquitas?

-¿Serán mezquitas lo que necesitan estas personas que se les haga, por parte de los que van dirigiendo el juego y tienen en sus manos la posibilidad de impedir que esto ocurra? 

¡Todo esto es un “parche” vergonzoso –por no decir un juego escandaloso- que se intenta poner en un sistema que se derrumba, porque se asentó sobre arena y, en ese desconcierto, en “río revuelto”, ganancia de esos pescadores desalmados –ya lo estamos viendo- que no les repugna utilizar la violencia bárbara de la Edad Media, para imponer su imperio, mientras los demás, (Occidente) quieren seguir con su mismo chollo:

                   -Venta de armas alentando la guerra

                   -Extracción de materias primas a base de esclavos.

                   -Asfixia de los países pobres de modo que no se les deje levantar cabeza

                   -Falta de respeto a la cultura de los pueblos e imposición de esquemas interesados.

                   -Negocios sucios en connivencia con grandes sociedades financieras…

         Y en este río revuelto, hacen su pesca los grandes negociantes imperialistas.

         Éste es el espectáculo triste y lamentable al que estamos asistiendo, la causa de todo lo que existe y al que se le quiere dar solución poniendo el parche de la solidaridad y haciendo que la gente se sienta mal, con una conciencia de culpa, pero esto es otra jugada sucia de los mismos que raya en el cinismo.

No quieren aceptar que el paternalismo es una forma hipócrita de mantener la esclavitud, pues mantiene al hombre de rodillas: da pan para hoy y hambre para mañana que tendrá que volver de nuevo a arrodillarse para poder salir adelante.

         Si es verdad que realmente quieren solucionar el problema…

-¿Por qué no se reúnen todos los dueños del poder del mundo y toman posiciones conjuntas en torno a los problemas que están poniendo el planeta al borde del abismo?

-¿Por qué no dejan de una vez de suministrar armas a los que quieren imponer sus intereses y establecer la “paz” a base de miedo, terror y violencia?

-¿Por qué no ayudan a que cada país se desarrolle y pueda entrar en competencia con el resto, aportando sus productos, en lugar de robárselos y luego obligarle a que compre lo que se le ha robado?

-¿Por qué se deja libres y con autoridad a individuos iluminados que se levantan, apoyados por un grupo, y no tienen escrúpulos en dejar en la miseria a un pueblo…? Pues no solo se les deja, sino que se les apoya y se les considera con autoridad para negociar con ellos?

-¿Por qué no se cumplen las leyes que se han pactado a nivel internacional y en cambio, se hacen excepciones?

-¿Cómo se puede tolerar y permitir a las alturas que estamos en la humanidad, que se proclame una guerra santa y se la lleve adelante en nombre de una religión y hasta nos sirvan en nuestros móviles las ejecuciones que están haciendo en vivo y en directo y la humanidad permanezca cohibida y callada sin querer distinguirse nadie?

-¿Es que no es posible poner punto final a la corrupción de los políticos que son puestos por el pueblo para  que gestionen el bien común y en cambio se dedican a servir a los bancos y a los grandes grupos financieros?

         ¡Lo siento, no entiendo nada!

         Con toda esta reflexión no me estoy queriendo oponer  a la solidaridad que estos días nos está pidiendo el Papa, ¡Dios me libre!.

Yo creo en la solidaridad, en la acogida, en el respeto, en la apertura, en la fraternidad y se me conmueven las entrañas cada vez que veo a un niño temblando de miedo; lo mismo que se me conmueven cuando veo cómo utilizan a los niños para mendigar en las puertas de nuestras iglesias y no podemos decir nada. ¡Esto no se puede permitir! Y una persona que no se conmueve ante el dolor y el sufrimiento de los pobres es un desalmado.

         Pero no acepto que se juegue con el ser humano como se está haciendo; no acepto la hipocresía de un sistema que crea pobres para luego aparecer como bueno y solidario con ellos; no soporto un sistema basado en la mentira en la avaricia y en la injusticia que atropella y luego escurre el bulto y hace que los otros (el pueblo) se sientan culpables con mala conciencia.

Me opongo a un sistema que mata, atropella y denigra y luego produce el efecto ventilador para quitarse los problemas que produce y cargárselos a los demás, cuando ya no sabe qué hacer con lo que ha montado, ni sabe salir del callejón en el que se ha metido y que sabía perfectamente que no tenía salida.

 

 

CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN -Melitón Bruque-




 

Todos los días se sienta en el mismo sitio y no permite que nadie se lo quite; esta tarde, cuando llegó y vio que otra mujer se había sentado en su lugar se puso furiosa.

Ver la tontería por la que montamos un problema me ha hecho que me detenga a pensar en algo que hago a diario y me doy cuenta que siempre repito los mismos movimientos y los hago de forma totalmente inconsciente, por ejemplo: siempre me acuesto por el mismo lado de la cama y hago el mismo movimiento para levantarme;  me siento en el mismo sitio de la mesa, me cepillo los dientes de la misma manera; me peino de la misma manera; entro por la misma puerta de las dos que tiene la iglesia y ocupo el mismo sitio… hasta cuando voy al bar con los amigos, siempre nos ponemos en el mismo sitio, si es que está libre,  claro está.

Al caer en la cuenta de esta realidad me ha venido al recuerdo un camino lleno de curvas, vueltas y revueltas que hacía con mucha frecuencia y cada vez que pasaba por allí, siempre protestaba, porque cada vez le veía menos sentido a todas aquellas revueltas y curvas inútiles, de forma que el camino se alargaba enormemente y sin sentido; pero el caso es que, toda la gente que pasaba por allí, siempre la oí protestar por lo mismo y dar las mismas explicaciones: que si el dueño del terreno no había querido que el camino pasara por un lugar determinado, que si es que en cierto recoveco habían matado a alguien y decían que se aparecía el espíritu, que en un barranco se habían oído voces extrañas… otros decían que habían echado un burro por delante para que él viera  lo que le venía más cómodo… el caso es que un trayecto que tranquilamente se podría hacer en media hora, empleábamos más de dos horas, pues se hacía veinte veces más largo.

Pero lo increíble es que nadie abría el sendero por otro lado para acortar  el camino y todos seguíamos, como por inercia, recorriendo todos los días las curvas y las revueltas protestando y aguantando el sin sentido; había llegado a crearse una especie de miedo o tabú al que nadie se atrevía a hacer frente y seguíamos recorriéndolo  porque desde siempre ese había sido el camino que llevaba a “Rincón Alto”, que así se llamaba la aldea a donde conducía.

Años después, llegaron unos jóvenes dispuestos a enderezar las curvas, hacer una calzada más ancha y transitable  y hacer  algunos espacios de descanso, desde los que se podría divisar un hermoso paisaje  y la aldea entera se levantó oponiéndose al proyecto y diciendo que ese camino se había tenido así desde siempre y que eso había pasado a ser parte del paisaje y elemento básico de su cultura, pues por allí habían transitado sus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos  y no permitían que nadie cambiara  algo que estaba tan enraizado en la historia del pueblo… y los vecinos de “Rincón  Alto” siguen haciendo tres horas de camino para andar  los dos  kilómetros que los separan de “Rincón Bajo”

Y es que no falla: el ser humano es una especie de animal de costumbres que tiende a repetir y hacer tradición hasta los mismos movimientos que hace y que llega a repetir de forma mecánica, como autómatas, sin detenernos a preguntar por qué lo hacemos o la posibilidad que habría de hacerlo de otra manera, llegando así a pensar que, cambiar alguna de esas rutinas que repetimos a diario, pueden crear un problema que se convierte en tragedia.

Esta actitud, que a simple vista aparece como un absurdo y una estupidez, es exactamente lo mismo que podemos trasplantar a otros campos, por ejemplo: estoy pensando en aquellos que, viendo lo que está ocurriendo con nuestros políticos, la forma que tienen de hacer las cosas y la corrupción a la que han llegado, te encuentras a gente que dice: “mi padre, mi abuelo, y mi bisabuelo… votaron siempre a… (lo que sea) y yo seguiré votando aunque  eso me cueste la vida”; la misma cosa ocurre con la religión: cualquier cosa la hacen dogma inamovible y si alguien se le ocurre cambiar un jarrón de flores, puede armarse una crisis espantosa.

 ¡Con lo fácil, sencilla y bonita que es la vida que nace cada mañana y va cambiando de color a medida que el sol hace su recorrido, hasta que se esconde por la tarde en el horizonte!

Sería lindo que nosotros fuéramos capaces de ir adaptándonos a cada momento de luz de la vida, desde que nacemos hasta que morimos, de forma que fuéramos un regalo para quien le toque estar a nuestro lado en el momento que sea.