Melitón Bruque
García
Recuerdo que cuando tuvieron el
debate los dos candidatos a la presidencia de los EE.UU y uno de ellos dijo que
haría lo posible para evitar que el país cogiera la misma deriva que ha cogido
España y llegue a donde hemos llegado
nosotros; en otro medio de comunicación actual: (Project Syndicate) , un ex alto directivo de la agencia de calificación Moody's: Christopher T. Mahoney asomaba por ahí
diciendo que el gran problema de la UE era precisamente España por la deuda que
tiene y que es impagable; compara la situación que vivimos a la que se dio al
terminar la guerra civil, cuya deuda era impagable y se opusieron a pagarla,
con lo que a España se la boicoteó.
Por otro lado tenemos a nuestros obispos
dando un toque de alarma por la deriva secesionistas que el ambiente está
cogiendo y, mientras tanto, los políticos peleándose y sin querer ponerse de
acuerdo para dejarse de intereses partidistas y particulares y arrimar todos el
hombro, para ver si nos ponemos todos de acuerdo y levantamos esto… ¡Pues no!
ahora andan cabreados porque el pueblo los está calificando como una “casta”,
pero no hacen lo más mínimo para que esa sensación que tenemos todos desparezca,
al contrario, algunos siguen distrayendo la atención, como si el único problema
que tuviera España y que impide vivir y trabajar en paz son los restos que
quedan del franquismo: nombres de calles, monumentos… Espero que no se liquiden
también los pantanos, como se están liquidando la seguridad social y otras
cosas que pertenecen a Franco…
En medio de
todo este vendaval, en el que estamos viendo que todo se viene abajo, donde nos
están poniendo ante el mundo como el ejemplo de lo que no se debe hacer, donde
estamos viendo con tristeza y miedo cómo se ha destruido la red industrial, los
polígonos industriales están cerrados al 50 o al 60%, los pequeños negocios ya
no pueden respirar, pues los están asfixiando y se cierran a diario cientos de
ellos y a las filas de Cáritas van asomando constantemente gente nueva que hace
no mucho tiempo venían a traer ropa, juguetes, comida… hoy vienen a pedir para
poder subsistir.
En medio de
todo esto, vemos que la gente se envalentona a “pegarle fuego” a la calle, a
desestabilizar el ambiente más de lo que está, a exigir sin ofrecer
alternativas, a protestar porque no nos siguen dando todo lo que hasta ahora
nos daban para tenernos calladitos y dejarlos que hicieran lo que les diera la
gana…
Ahora que se lo llevaron todo y ya no queda
más que para los que están enganchados en la “teta” y que no están dispuestos a
soltarla, pues la “casta” –como tanto les cabrea que se les llame- parece
sagrada e intocable y sigue dando sus dosis de “droga” al pueblo para que se
distraiga mientras se siguen llevando el dinero de los pobres y viven a todo
tren envueltos en una corrupción vergonzosa...
Teniendo –como digo- el temporal que nos
está arrasando, nos calientan los ánimos con los “clásicos” y las “Champions” y
una dosis de Real Madrid contra el Ajax con
un buen resultado, nos hace olvidar todos los problemas, nos sube la moral y,
como niños inconscientes e ilusos, nos creemos los más chulos del mundo.
Frente a esta realidad que estamos
viviendo, yo no dejo de pensar y hacerme algunos planteamientos, pues en los
años 50 y 60, cuando las cosas estaban mal, nos distraían con el Cordobés, Paco
Camino, el “Viti”, con Urtain, con Carrasco… y nos quejábamos en voz baja,
porque no se podía hacer a gritos, pero se ve que éste es el método para
distraer al pueblo, pues lo utilizan todos: desde los dictadores hasta los
ultra liberales y unos obligan a callar de una forma y otros lo hacen de otra,
pero al final es la misma pendejada, la comedura de coco es exactamente la
misma: cada uno sale a la calle a reclamar “SUS” derechos, pero le importa un
bledo los del vecino y cada día en Madrid estamos viendo que aparecen varias
manifestaciones distintas, cada una por su lado reivindicando cosas distintas.
Estoy pensando: si Carlos Marx viviera en
nuestros días y viera cómo se mueve el engranaje, ¿seguiría diciendo que la
religión “es el opio del pueblo” y se obstinaría en quitar todo lo que haga
referencia a ella? o ¿se atrevería a
poner el dedo en la llaga y desenmascarar cuál es la verdadera droga que
adormece al pueblo y arruina a la sociedad?
¿Se atrevería a decir que la lucha por la
solidaridad, por la justicia, por el acercamiento y defensa de la vida, de los
marginados, de los sin techo y sin tierra… es para él lo que aliena al pueblo? ¿Aprobaría y permitiría los presupuestos
desorbitados e inmorales que se manejan en ciertos ámbitos de la sociedad que
tenemos montada y que nadie dice una palabra, pero se permite y se ve bien que
una persona, al levantarse por la mañana, mientras se lava los dientes y la
cara, gana más que cuatro familias en un mes?
Sencillamente, siento curiosidad por lo que
pensaría Marx y saber qué calificativo le daría a todo esto, porque lo que
piensa Jesús lo tengo bien claro: “Los hijos de las tinieblas son más sagaces
que los hijos de la luz”: este es el mundo de las tinieblas donde la persona no
cuenta para nada si no es para sacarle un voto que te permita seguir machacando
a los demás.
Y ese “sistema de muerte” –como le llamó
siempre Juan Pablo II- ha logrado
convertir en “normal” = (norma) lo que debería tener la calificación de
“crimen” por el atentado que supone a la libertad y al bien común: dividir hasta
convertir a la sociedad en parcelas independientes, destruir la capacidad de
reflexión hasta el punto de convertir a la gente en una masa teledirigida;
poner el dinero como objetivo absoluto y hacer que todo gire en torno a él, y
conseguir que el que no funcione en este esquema sea considerado “políticamente
incorrecto” con lo que se divide a la sociedad en dos grandes bloques: los
“buenos” y los “malos” de forma que al que le toca estar en la cabeza, aunque
haya sacado un solo voto más que el otro, la otra mitad de la población es una
apestada.
Puede ser que, por haber hecho alusión al
mundo del futbol, alguien piense que estoy en contra del deporte, ¡Jamás se me
ocurriría! Pero lo que no puedo tolerar y supera mis capacidades de aguante es
ver –como estoy viendo- que el deporte no es más que un resorte político que se
utiliza para dividir a la población y machacar a los pequeños, de la misma
manera que se hace con la economía, con la educación y con otros aspectos.
¿Y os sienta mal que os tengamos como “casta”?
Lo malo no es eso, lo peor es que os siento como una auténtica célula
cancerígena que donde se acerca va matando todo lo que hay.
¿Qué no sois todos iguales? ¡¡Es posible!!
Pero estoy esperando y conmigo, la gran mayoría del pueblo, de que alguien
demuestre que no está en el saco, cuando lo encuentre y lo conozca lo votaré y
pondré en él/a mi confianza