martes, 2 de octubre de 2018

UNA OBRA DE INGENIERÍA SOCIAL

                                                             02-10-2018
         Hablábamos del problema de Cataluña y del peligro que se cierne sobre la sociedad actual en Europa y, de pasada, salió el tema de la “Ideología de Género”; aquí cambió todo el esquema del diálogo: fue como encender un fósforo al lado de un recipiente con gasolina, se dispararon todas las alarmas y como locas, las dos chicas que había en el grupo de diálogo, enfurecidas empezaron a soltar una sarta de estupideces increíbles, acusando a los hombres poco menos de criminales y a la sociedad entera de “represiva”, “machista”, “racista” y “nazista”…

         Yo me quedé con la sangre helada, pues las miraba y me costaba creer que creyeran lo que decían; no hacía más que preguntarme: ¿Qué han vivido estas dos creaturas para que hablen de esta manera, si no tienen más de 22 años?

         El volumen de la reunión se elevó en bastantes decibelios y era imposible entenderse, pues ya cada uno empezó a disparatar por su lado, pero en realidad ninguno tenía idea de lo que se trataba; al final, todo vino a parar a donde siempre: “es la iglesia que se opone al aborto y al matrimonio entre homosexuales y no quiere soltar el poder que ha tenido siempre”. ¡¡¡Qué pena, Dios mío!!!

         Es impresionante ver cómo se ha manipulado todo y cómo han sido capaces de hacer una verdadera obra de ingeniería social llevando a la humanidad al borde del precipicio que les ha interesado. ¿Cómo será posible revertir las aguas a su sitio? será algo muy duro y difícil que ha de llevar mucho tiempo y sufrimiento.

         Claro está, lo que tenemos montado a todos los niveles, no es más que la fiera que hemos venido alimentando durante mucho tiempo y que ahora se ha hecho fuerte y se revuelve contra quienes la alimentaron, estas chicas son la expresión más clara de todo lo que hemos hecho.

         Efectivamente, no podía sostenerse en esta sociedad de libertades y derechos que hemos logrado conseguir, como uno de los triunfos de la humanidad, el mantener una situación de opresión y silenciamiento de la mujer como la que se ha venido manteniendo y se sigue en la mayor parte del mundo, eso es inaceptable.

         Desde que se consiguió que se oyera la voz de la mujer en las urnas, desde que tuvo acceso a la educación, desde que empezaron a reconocérsele los mismos derechos que al hombre y a proclamar su igualdad de dignidad… Todo esto ha sido todo un camino de lucha fantástico que ha llevado a la mujer al puesto que tiene en la actualidad y, eso debe considerarse como una de las grandes metas conseguidas en occidente que engrandecen a la humanidad. Sin embargo ¡queda tanto por conseguir en este mismo camino, hasta que abarque a todo el planeta!

         Pero cuando nos detenemos a mirar despacio hacia dónde se está orientando todo esto que hemos conseguido, viendo la deriva que están tomando las cosas, pienso que hemos entrado en otra dinámica en la que la mujer vuelve a pagar todos los platos rotos, pues se la está utilizando de forma degradante para realizar el juego, ahora, de las grandes multinacionales farmacéuticas y de sistemas políticos caducos que han perdido el horizonte y se han quedado sin respuesta a sus principios: la teoría de la lucha de clases se quedó sin apoyatura científica alguna y apareció una especie de clase única desmotivada, desarticulada, sin conciencia de clase, sin diferencia alguna con la clase del poder y tan opresora y avara como la otra y, por otro lado, se dieron cuenta que no han sido capaces de dar solución al problema de la justicia, de la economía, de la seguridad y de los derechos humanos y han tenido que reinventarse montando otro escenario y creando una nueva lucha de clases, establecida ahora entre el hombre y la mujer, identificando la clase oprimida y trabajadora con la mujer y la clase opresora con el hombre.

         Lo triste en este nuevo escenario es que los que manejan la marioneta del espectáculo es justamente la misma oligarquía de antaño que ahora utiliza a la mujer para que le sirva de instrumento para sacar adelante sus intereses.

         Sorprende ver en toda esta trama cómo han logrado construir un enemigo de la mujer, el hombre a quien culpan de toda la opresión que ha ejercido sobre la mujer haciéndole, incluso, creer que son grandes cualidades de la mujer que la hacen especial circunstancias creadas por una cultura machista que la hacen vulnerable, la hunden y la esclavizan, como es la capacidad maternal, su sensibilidad especial hacia el hijo, su ternura maternal, su capacidad para ciertos trabajos… hasta su misma tendencia al sexo opuesto es considerada como un elemento negativo creado para someterla y colocarla en un plano inferior al hombre. Han logrado ubicar a la mujer en un “feminismo” radical que no ha hecho sino recoger todo lo negativo Y MALO del machismo y ponerle faldas, - por usar una expresión- ya que hasta la misma forma de vestir es cuestionada.

         Yo no acepto los “ismos” ni el machismo ni el feminismo, sino la dignidad del ser humano, que es MACHO-HEMBRA y no se entiende el uno sin el otro; yo acepto totalmente el principio de Jesús: “Dios los hizo a imagen y semejanza suya” para que se amen, se potencien, se apoyen el uno en el otro, sean UNO, procreen y sean felices juntos; ninguno es más que el otro; ambos son diferentes y en sus diferencias está la belleza y la riqueza y ninguno debe ni puede renunciar a sus características ni despreciar las del otro.

         Por eso, no es aceptable de ninguna manera y bajo ninguna excusa, el que uno aplaste, tiranice o anule al otro; de ahí que, cuando nos encontramos con lo que se ha venido dando durante tanto tiempo: la imposición de la fuerza del hombre sobre la mujer, cosa que sigue existiendo en las tres cuartas partes de la humanidad y las “feministas” se callan y no dicen nada, como tampoco lo hace la “ideología de género”, eso es intolerable y ha de hacerse desaparecer de la tierra; para ello ha de emprenderse una campaña de educación igualitaria en ambos: hombre y mujer, para que se amen, se comprendan, se ayuden, se apoyen y se respeten… pero desgraciadamente han cogido el camino contrario: han elevado a la categoría de científico una nueva lucha de clases que no tiene sentido: la mujer contra el varón, han acentuado las diferencias y las han hecho irreductibles, declarándolas signos de ataque y armas de destrucción del uno contra el otro

PASAMOS POR LA VIDA ESPERANDO


   30-09-18

 

         Toda nuestra vida se nos escapa mientras esperamos: ser mayores, tener un trabajo, tener un buen sueldo, llegar a la jubilación, tener una buena casa, un buen coche, que nos toque la lotería, una fiesta, la visita de un amigo, un acontecimiento importante… y se nos va perdiendo la vida que transcurre a cada momento mientras preparamos lo que esperamos, pensando que la vida nos va a esperar a que nosotros cumplamos nuestros planes.

         La vida es lenta, va marcando su tiempo segundo a segundo y aunque todo parece igual, nada es lo mismo, cada cosa, cada segundo es distinto, irrepetible, ya no se volverá a repetir jamás, como el agua del río que pasa delante de ti, nunca más volverá.

         Mientras tanto, nosotros vamos locos, corriendo a todas partes y llegando tarde a todos los acontecimientos, con la sensación de que algo nos falta; el estrés es la marca que nos define, todo ha de ser ya y ahora y damos golpes a las máquinas cuando no responden inmediatamente al golpe que le damos a la tecla; todo lo queremos al instante, si es posible con la misma rapidez que lo pensamos…

         Pero la vida y el tiempo no entienden de esos arrebatos nuestros, ni dejan que les rompamos su ritmo con la prisa del desesperado.

         Cada segundo del tiempo es un momento de la vida cargado de alegría, de emoción, de color, de sorpresa… pero el que vive a contrarreloj no le da tiempo a observar ni gozar nada, a vivir lo que la vida le presenta… y pierde el tiempo yendo y viniendo, mientras espera que ocurra lo que desea, perdiendo la alegría de la vida, de todo lo que ocurre a su alrededor… y la vida pasa mientras nosotros corremos sin disfrutarla.

         Nos hacemos planes y esperamos conseguir momentos inolvidables,  importantes, perfectos, preciosos, llenos de alegría y felicidad… y mientras tanto, vamos perdiendo la alegría de cada momento que se nos va escapando, sin darnos cuenta que la vida y el tiempo son el momento hermoso que llega a nuestras manos a cada instante para que lo llenemos de alegría, pero estamos pensando en otras cosas, o estamos dándole otro sentido, queriendo llenarlo de cosas materiales, de lujo, de dinero, de placer… y mientras tanto, vamos desperdiciando la alegría y el placer de vivir.
         Vivimos soñando con encontrar un trabajo y vamos dejando que pase la posibilidad de expresarnos y realizar lo que somos y la capacidad que tenemos, gozando con convertir nuestra capacidad en servicio, de forma que los que nos rodean se sientan felices gozando de nuestra habilidad y destreza; esperamos amargados que nos llegue un trabajo que nos pueda reportar un dinero y vendemos nuestra capacidad y grandeza por unas monedas que siempre nos van a saber a poco, a tener agobiados y amargados, pues consideramos que nuestro trabajo no es valorado como se merece, pero tampoco nosotros nos decidimos a valorarlo regalándolo para felicidad de los demás y gozo de nosotros mismos; y nos metemos en la onda de la desilusión, esperando que llegue el viernes y detrás de él, el fin de semana, y todo el año lo pasamos soñando en unos días de vacaciones, o mirando el calendario viendo los posibles puentes  donde buscamos evadirnos, de forma que no queremos ser conscientes de nada de lo que existe a nuestro alrededor, dejando que pase la vida sin que nos llene de su grandeza, y así pasamos por la vida como la hoja que cae marchita del árbol y se la lleva la corriente, sin haber dejado que la vida nos llene y nos ilumine y sin haber disfrutado y dejado que nos inunde de su grandeza.

EL SACERDOTE ES…



         -El hombre a quien todo el mundo va a vaciar sus problemas, como quien los suelta en un pozo sin fondo, que es el corazón de Dios en el que cabe todo… pero quien, generalmente, no tiene a quién exponer los suyos.

         -Aquel que levanta a los demás cuando caen, pero a quien todos hunden cuando tropieza y están a la caza y captura del más mínimo fallo.

         -Aquel que ayuda a los demás a levantarse de sus errores, a animarlos para que sigan encontrando sentido a luchar y seguir viviendo… pero quien no tiene derecho a equivocarse y cometer un fallo.

         -Aquel que escucha con cariño, comprensión y acogida y perdona todo lo que le dicen y hacen todos los demás, pero a quien generalmente nunca perdona que pierda los nervios, la paciencia y diga una palabra disonante o haga algo inapropiado. Se le exige una corrección absoluta e impecable...

         -Aquel que ora a Dios todos los días por todo el mundo, incluso por aquellos que nadie recuerda, pero por el que casi nadie ora.

         -Aquel que debe orar para que todo el mundo sea feliz y bendecido; el que pide a Dios por la paz y la felicidad de todos los hogares, pero quien no tiene derecho ni a ser feliz ni a tener familia, su vida y su persona son un “Bien Público”

         -Aquel que trabaja todo el tiempo, que duerme tarde, que carga con el peso de sus almas, que va haciendo suyos los problemas de su comunidad y ora por la felicidad y la tranquilidad de todos, que va creando lazos de amistad, de solidaridad entre todos… pero del que nadie toma en cuenta de la situación por la que pasa, incluso minusvalora su trabajo y hasta considera que es un parásito que vive a costa de los demás.

         -Aquel que siempre está rodeado de mucha gente, pero en realidad ESTA SOLO, es un bohemio cuya objetivo es ir creando amistad, fraternidad, alegría, paz… allí donde llega; su patria es el mundo, su familia son los seres humanos, su cultura es el amor hecho servicio, su casa la tierra y su meta EL REINO DE DIOS .

         -Aquel que muchas veces se deprime ante la incomprensión de su comunidad sin que nadie se dé cuenta y sus lágrimas las tiene que convertir en sonrisa.

         -Es el hombre a quien lo colocan en un pedestal y no le dejan llevar una vida sencilla, pues se espera de él que sea constantemente un modelo, un referente y ejemplo de vida cuando habla, camina, se vista, se relaciona…

         -Todo el mundo piensa que Dios se encarga de él, y por lo mismo, nadie se preocupa de él, sin tomar conciencia de que es una persona normal con los mismos sentimientos y necesidades que cualquier ser humano..

         -Aquel que cada día se pone delante de la comunidad a comentar el evangelio, siendo él el primero que se siente  interpelado y retado a cambiar su vida… y no  nos damos cuenta que es un SER HUMANO que tiene sus virtudes y sus defectos, sus limitaciones… y que él, como todos, lucha por ser mejor cada día.

 

Conclusión
         Es bueno que pensemos que los sacerdotes son hombres de Dios que luchan cada día por ser mejores instrumentos de Jesús; que entregan su vida para servir a la comunidad de la mejor manera que saben y que necesitan de nuestra comprensión, de nuestro cariño, de nuestro apoyo… para que puedan permanecer siempre fieles a la verdad y abiertos a todo el mundo...

UN NUEVO TACO DE ALMANAQUE


Buenas noches, mi confidente: ¡Cuánto tiempo hace ya que no me asomo a tus páginas, el ritmo acelerado que llevamos me hace dejarte relegado y creo que no es nada bueno. Voy a compartir varias reflexiones que he hecho en estos días justamente sobre la actitud que vamos teniendo con respecto al empleo que hacemos del tiempo:

 

16 de mayo de 2018

 

         Hoy he arrancado la última hoja del taco de mi almanaque Nº 70; por más que intento no aparentar que ya deshojé tantos, tengo que aceptar que son muchos años, aunque no me guste que los niños me vean y me señalen como un viejo… pero no valen los disimulos, hace ya tiempo que pasé al club del INSERSO y ahora estoy metido en el de los ancianos; los años están ahí, vividos a tope, eso sí, gastados en lo que yo he creído que valía la pena y ahora que lo pienso despacio, si volviera a tener 20 años me los gastaría en lo mismo.

         He llorado y he reído mucho, esas arrugas que surcan mi rostro y que se forman en mi piel no son gratuitas: cada cana y cada arruga me las he ganado a pulso, son testigos de muchos días de lucha por conseguir los objetivos que me he ido planteando y estoy feliz de haberlo hecho.

         Los cambios que está sufriendo mi cuerpo, los dolores de mis huesos y las limitaciones que ahora me asaltan, ya las presentí en su tiempo y muchas veces me dije: “¡Te estás sobrepasando!”, algún día tendrás que pagar los excesos, por eso ahora no me gusta quejarme, prefiero responder con una sonrisa, pues entiendo que no vale la pena, pues va a ser lo mismo y estoy recogiendo lo que ahora me toca, pues lo que no vale la pena es vivir guardándose y amargado para llegar al mismo sitio.

         He pasado por todo y no me arrepiento haberlo conocido todo, desde el hambre hasta la gloria, sin haberme quedado estancado en nada. Me fastidia en este momento que no pueda controlar mi cuerpo que empieza a jugarme malas pasadas.

         De todas formas, estos cambios que estoy experimentando en mi cuerpo, veo que se están dando en otro sentido en mi alma, ha sido una experiencia de vida que no hubiera aprendido ni vivido jamás, si no hubiera pasado por ahí: no hubiera sabido lo que es el vértigo de vivir la auténtica libertad si es que no me hubiera arriesgado hasta el extremo: eso de no tener nada y dejarme en manos de la vida, dejarme amar, y no tener otra cosa que dar más que amor... ésa es una experiencia única.

         Con el paso de los años vas constatando que los verdaderos amigos son para siempre y ni el tiempo ni la distancia los hace desaparecer de tu vida… y ves con ternura que tú quedaste también en la suya; los demás, fueron gente que pasó por tu vida, unos dejaron una impronta, otros dejaron otra y otros muchos fueron como una especie de nube de verano que pasó, pero todos fueron dejando una especie de olor a primavera que hace que sientas que la vida mereció la pena vivirla.

         A medida que va pasando el tiempo creo en menos cosas, en menos gente, en menos argumentos… y lo poco con lo que me voy quedando, lo creo cada vez con más fuerza; esto me está dando más entereza, más paz y me da pena de los fanáticos, pues veo cómo pierden la alegría de la vida aferrándose a ideas y no a la vida, no se dan cuenta que la ideología mata, encierra y excluye la alegría y la luz.

         Creo firmemente en Dios que es Amor, es Justicia, es Verdad , es Libertad y Paz; creo en Jesucristo que me enseñó todo esto, y me lo demostró con su vida, y creo en el Espíritu Santo que me ayuda cada día a intentar vivir todo eso en lo que creo. Amo a la iglesia que la siento mi familia, aunque haya muchas cosas con las que no comulgo, ¡como ocurre en todas las familias!    ¡¡Qué carajo!!.

         He ido viendo cómo se me han caído muchas ilusiones, muchos sueños, muchas imaginaciones que no tenían sentido y que solo se apoyaban en mi fantasía, creyéndome lo más grande e interesante del mundo, al final estoy convenciéndome que me diferencio muy poco del más inútil de mi barrio, no somos más que un montón de huesos, músculos y una maquinaria que se va desgastando y cada día se le va rompiendo una pieza, somos seres humanos, ¡nada más que eso! aunque nos vistamos con ropas de marca o nos maquillemos para quitarnos las arrugas, las canas o los pliegues de grasa que se nos pegan al abdomen.

         El paso de los años, las dificultades, la pelea por la vida… me han venido curtiendo y cada día me siento más desprendido de las cosas, cada vez me importa menos el qué dirán, el puesto que pueda ocupar o dejar de ocupar, me río de los títulos, de los reconocimientos, de los honores, no me gusta otro título que el “buena persona”… veo todo eso como la cosa más tonta, inútil y banal que existe; lo importante es haber querido a mucha gente y sentirte querido por ella, ¡pero haberlo hecho de verdad!, es lo único que me hace feliz, por tanto, me atrevo a decir, y no me equivoco, que aunque físicamente me vaya deteriorando, anímicamente me siento más joven, libre y feliz. Además, me siento un hombre afortunado por toda la gente que quiero y que me quiere. Mi única riqueza son mis amigos

         Hay algo que siempre he valorado y ahora lo siento con más fuerza: lo más grande que le puede ocurrir a una persona es que haya alguien que crea incondicionalmente en ti, que te abra su corazón y te coloque ahí dentro, de tal manera que te considere importante para su vida; eso es lo más grande que le puede ocurrir a un ser humano, pues eso te da la seguridad de que valió la pena haber nacido y que tu vida no fue inútil.

         También he comprendido que no debo hacer otra cosa más que agradecer por haber tenido el privilegio de que mis amigos me eligieran como un acompañante del alma en su ruta por la vida. Eso es un regalo maravilloso

         Por último, he conocido a Dios y le doy las gracias de rodillas por todas sus bendiciones que me ha obsequiado.

         Con todo esto, vivo mi realidad día a día; voy a continuar deshojando mi taco 71, intentando vivir lo que cada amanecer me regale; entiendo que es tiempo de asumir las experiencias, llenar de luz cada día y no perder el tiempo que me queda, entretenido con lo que pase con mi cuerpo físico, creo que ahora es más importante poner toda la atención en todo aquello que hace más libre mi alma.