Estamos viviendo un verdadero cambio de época y esto es
como cuando uno se cambia de vivienda y al hacer la mudanza vamos dejando un
montón de cosas que consideramos inservibles, otras ya no vienen bien en la
nueva casa a la que nos mudamos y, por más que intentamos acomodarlas no
cuadran, pues es otro espacio, otro estilo… otra cosa. Y otras que guardamos en
un rincón porque le teníamos tanto cariño que nos da lástima separarnos de
ellas, pero en realidad ya no pegan en ningún sitio y se convierten en un
incordio
Han cambiado muchas cosas, está cambiando el mundo, le
hemos metido un ritmo de frenesí, las cosas ahora nacen ya viejas de tal manera
que al año hay que cambiarlas porque cuando se rompen ya no hay repuestos para
ellas, las ideas se intercambian a la velocidad de la luz y a los cristianos
nos ha tocado vivir en este momento, lo mismo que a los cristianos del
siglo I les tocó vivir la separación de
Jesús, la ruptura del cordón umbilical del judaísmo y la conformación de la
iglesia, o a los del siglo V vivir el paso de la persecución a la protección o
a los de la edad Media entrar en la modernidad...
La iglesia empezó su Acambio
de piso@ ya en el Concilio Vaticano
I y se consolidó en el II. Teníamos muchos trastos arrinconados, muchos
recuerdos, muchas Acosas@ que nos habíamos guardado y
que no responden al evangelio, ahora el ritmo se ha acelerado y nos damos
cuenta que nos han cogido durmiendo en los laureles.
Todo se nos trastorna y se nos viene abajo y ya no sabemos
dónde ubicarnos y, en el trasiego individual, hay mucha gente que dijo: A(Piso
nuevo, vida nueva!@ y se lo dejó todo en el
camino; ahora no tiene dónde sentarse. Otros dijeron: vamos a ver si se pueden
acomodar ciertas cosas y entonces intentan contemporizar y un día dicen una
cosa y otros otra, dependiendo como amanezca.
Otros dicen que lo importante es vivir, y de lo que se
trata es de nadar y guardar la ropa, y entonces te los encuentras confesando
una cosa y después apoyando la destrucción de lo que ellos mismos sostienen.
Y otros, en fin, intentan buscar el hueco en la nueva
situación sin complicarse la existencia. A estos me refiero en el título del
tema: ALos Aguados@ que responden a un amplio
espectro que, precisamente por eso, por no ser “ni chicha ni limoná”, son en
muchos casos la imagen de la iglesia actual, que frente al mundo deja tanto que
desear y el retrato típico es el que a continuación describo basándome en la
expresión de alguien que reprochaba a unos amigos por hacer una marcha
solidaria con los inmigrantes que mueren en su intento de buscar una vida más
digna; su reproche era: sois unos
extremistas que estáis matando el espíritu de la navidad y os estáis haciendo
incómodos para la iglesia...
(Qué pena! En estos momentos solo me viene como respuesta
la del apocalipsis: Aporque no eres ni frío ni
caliente me dan ganas de vomitarte@, o
también es bueno recordar lo que en estos días le respondía Jesús a los
discípulos de Juan: ADichosos aquellos que no se
escandalizan de mi@
Estos que se sienten incomodados (escandalizados), que les
molesta la radicalidad de Jesús: Ao
conmigo o en contra mía@...los
comedidos y Adulces@ católicos que no le
complican la existencia a nadie y no dicen una palabra malsonante para no
complicarse la existencia, los que viven su fe como un sueño de hadas en la
facilidad de la vida y de las cosas; los que trabajaron y ahora ya pueden
decir: alma, descansa y pásatelo bien, que bastante has sufrido, que apriete el
que venga detrás, ellos ya tienen su pisito, su chalet y sus ahorros en otro
sitio alquilado o en la bolsa... con su sueldecito, sus pastillitas contra la
acidez del estómago para cuando se comen
demasiados mariscos, la tensión y el azúcar los tienen bien controlados y pasan su revisión médica
cada tres meses; van a misa los domingos y fiestas de guardar, (y que no se le
ocurra al cura cambiar la hora, pues les trastorna su plan, eso ya es un
cataclismo), ellos no molestan a nadie,
ni a Dios ni a los hombres, por tanto, que nadie les haga ni sombra; no se
meten con nadie, no matan ni roban, por tanto, de qué se van a confesar, eso es
para los que tienen muchos pecados; toman el sol los días que hace frío y se
ponen al fresco los días que hace calor y en sus reuniones sostienen que si hay
pobres es porque son vagos... después cumplen con Dios yendo a confesar y
comulgar por pascua florida, van a los entierros de los amigos y se quedan
charlando fuera de la iglesia y luego se acercan a dar el pésame para que vean
que han estado en el entierro, o van a la boda y si no les gusta el percal,
cuando están en la comida se levantan al servicio y rebajan el donativo...
Otros le añaden un poco más a la salsa: son hermanos de
alguna cofradía y en semana santa se visten y acompañan al santo y si ya son
muy, muy, muy… hasta se meten de costaleros y otros se emocionan en cada
levantada o cuando ven pasar el santo por las esquinas y hasta se santiguan en
público. Eso sí, la celebración de la pascua que hace la comunidad es cosa del
cura y de las cuatro beatas, eso no va con ellos; pero no les pidas ninguna otra cosa más, o digas
lo que yo estoy diciendo en este momento, porque consideran que te estás
metiendo en política, que eres un modernista, que no respetas las conciencias y
que eres un extravagante o un cura
revolucionario que atenta contra la fe.
Para ellos no hay más filosofía que su propio bienestar y
funcionan a golpes de Agana@ o de placer: ANo tengo gana de...@ ANo
me apetece...@ y con un objetivo en la
vida: vivir lo mejor posible y a costa de lo que cueste, como cualquier
vertebrado, con la única diferencia de que ellos son católicos y esto les da
derecho, además, a ser enterrados en la iglesia y a que se les haga un funeral
por el eterno descanso de su alma cuando se mueran. AMEN.