-El
hombre a quien todo el mundo va a vaciar sus problemas, como quien los suelta
en un pozo sin fondo, que es el corazón de Dios en el que cabe todo… pero
quien, generalmente, no tiene a quién exponer los suyos.
-Aquel
que levanta a los demás cuando caen, pero a quien todos hunden cuando tropieza
y están a la caza y captura del más mínimo fallo.
-Aquel
que ayuda a los demás a levantarse de sus errores, a animarlos para que sigan
encontrando sentido a luchar y seguir viviendo… pero quien no tiene derecho a
equivocarse y cometer un fallo.
-Aquel
que escucha con cariño, comprensión y acogida y perdona todo lo que le dicen y
hacen todos los demás, pero a quien generalmente nunca perdona que pierda los
nervios, la paciencia y diga una palabra disonante o haga algo inapropiado. Se
le exige una corrección absoluta e impecable...
-Aquel
que ora a Dios todos los días por todo el mundo, incluso por aquellos que nadie
recuerda, pero por el que casi nadie ora.
-Aquel
que debe orar para que todo el mundo sea feliz y bendecido; el que pide a Dios
por la paz y la felicidad de todos los hogares, pero quien no tiene derecho ni
a ser feliz ni a tener familia, su vida y su persona son un “Bien Público”
-Aquel
que trabaja todo el tiempo, que duerme tarde, que carga con el peso de sus
almas, que va haciendo suyos los problemas de su comunidad y ora por la
felicidad y la tranquilidad de todos, que va creando lazos de amistad, de
solidaridad entre todos… pero del que nadie toma en cuenta de la situación por
la que pasa, incluso minusvalora su trabajo y hasta considera que es un
parásito que vive a costa de los demás.
-Aquel
que siempre está rodeado de mucha gente, pero en realidad ESTA SOLO, es un
bohemio cuya objetivo es ir creando amistad, fraternidad, alegría, paz… allí
donde llega; su patria es el mundo, su familia son los seres humanos, su
cultura es el amor hecho servicio, su casa la tierra y su meta EL REINO DE DIOS
.
-Aquel
que muchas veces se deprime ante la incomprensión de su comunidad sin que nadie
se dé cuenta y sus lágrimas las tiene que convertir en sonrisa.
-Es el
hombre a quien lo colocan en un pedestal y no le dejan llevar una vida
sencilla, pues se espera de él que sea constantemente un modelo, un referente y
ejemplo de vida cuando habla, camina, se vista, se relaciona…
-Todo
el mundo piensa que Dios se encarga de él, y por lo mismo, nadie se preocupa de
él, sin tomar conciencia de que es una persona normal con los mismos
sentimientos y necesidades que cualquier ser humano..
-Aquel
que cada día se pone delante de la comunidad a comentar el evangelio, siendo él
el primero que se siente interpelado y
retado a cambiar su vida… y no nos damos
cuenta que es un SER HUMANO que tiene sus virtudes y sus defectos, sus
limitaciones… y que él, como todos, lucha por ser mejor cada día.
Conclusión
Es bueno que pensemos que los
sacerdotes son hombres de Dios que luchan cada día por ser mejores instrumentos
de Jesús; que entregan su vida para servir a la comunidad de la mejor manera
que saben y que necesitan de nuestra comprensión, de nuestro cariño, de nuestro
apoyo… para que puedan permanecer siempre fieles a la verdad y abiertos a todo
el mundo...